Una de las consecuencias de la globalización es el aumento de la competitividad y la necesidad de reinventarse para diferenciarse de los demás. Uno de los elementos que aumenta la eficiencia es la digitalización.
La acción de digitalizar versa sobre el proceso de transformar procesos analógicos y objetos físicos en digitales. En el caso de las empresas, es el cambio de procesos (burocráticos, administrativos o productivos) de elementos físicos a digitales. Por ejemplo, cambiar papeleo archivado físicamente a tenerlo almacenado en la nube.
Estos procesos tienen sus ventajas; por ejemplo, es más fácil tener acceso por parte de todos los miembros de un equipo a un mismo documento, editarlo simultáneamente o poder contar con él fuera de las instalaciones físicas de la empresa. Además, editar permisos permite que las personas que no deban acceder a dichos archivos no puedan hacerlo.
Sin embargo, también tiene sus desventajas, como todo en la vida. Depender de Internet puede hacer peligrar el completo acceso a los documentos. Al depender de cortes eléctricos y mantenimiento de las líneas, podemos no tener acceso en todo momento. Además, existen delincuentes informáticos que pueden robar y secuestrar los datos para pedir un rescate por ellos.
En Florbú, creemos en la digitalización, pero también en la tradición. De esta forma, tenemos un equilibrio perfecto para no olvidar las raíces pero mirar hacia adelante con confianza. #ElPlacerDeCuidarte