Con motivo del 8 de Marzo Día de la Mujer, queremos dar visibilizar la labor de nuestra compañera Loreto Pérez, Gerente de las distintas Tiendas de La Flor Burgalesa. En este artículo nos cuenta cómo llegó a la empresa, su trayectoria aquí, cómo ve la evolución de la misma y lo qué significa para ella Florbú.
Los inicios de Loreto Pérez
«Toda mi andadura comenzó en las vacaciones de verano del año 1.985, cuando trabajé por primera vez en la Flor Burgalesa en la tienda de Luis Alberdi, con el ánimo de pagarme el carné de conducir.
En diciembre del año siguiente se abría la tercera tienda de la empresa en la Plaza Francisco Sarmiento y mi padre, que entonces era el Gerente de la empresa, me planteó trabajar allí para echar andar el proyecto. Entonces sólo se abrían tiendas si había una persona de “casa” o de mucha confianza para llevarlas. Como por ejemplo, en la de Luis Alberdi, que trabajó muchos años mi madre. Con los años seguí trabajando allí, a la vez que proseguía con mis estudios, que por este motivo, se dilataron más de lo debido.
Al acabar Ciencias Empresariales, tuve la inquietud de orientar mi vida profesional hacia algo relacionado con estos estudios y comencé en una empresa que fabricaba jerséis. Allí aprendí tanto o más que en la carrera. Por ejemplo, el sistema contable que ellos tenían, el cual logré implementarlo posteriormente en La Flor Burgalesa revolucionando el método administrativo que tenía la empresa. Pero desgraciadamente la empresa textil duró sólo 4 años y quebró. Aunque no fuese una situación agradable, de esto también aprendí mucho.
De vuelta de nuevo en la empresa que tantas alegrías me ha dado, La Flor Burgalesa se trasladaba a sus instalaciones actuales en el Polígono de Villalonquéjar y, hasta día de hoy, sigo trabajando en ella. Primero empecé en administración y dos años más tarde abrimos otras dos tiendas más. ¡Ya eran seis! Por entonces, se vio la necesidad de que alguien se encargara de ellas a tiempo completo. Hasta ese momento, a pesar de estar en la parte administrativa del proyecto, yo había seguido trabajando en las tiendas los fines de semana y los veranos. Siempre me he sentido muy cercana a esta parte del negocio y lo he vivido intensamente, primero con mi abuela Consuelo (fundadora de Flor Burgalesa) y después con mi madre», nos relata Loreto.

Recuerdos en la antigua fábrica de San Pedro y San Felices
Rememorando los días en la antigua fábrica nos cuenta: «Del tiempo pasado en San Pedro y San Felices recuerdo con mucho cariño, las colas para comprar galletas o lo riquísimas que estaban las castellanas de entonces hechas con manteca de cerdo. La puerta que había en el portal donde vivíamos, daba directamente a la fábrica. Mi padre y mi abuelo no salían a la calle para ir a trabajar, iban directamente por aquella puerta y yo bajaba a por galletas calientes para desayunar todos los días.
Mi padre ha sido el mayor referente para mí, incansable trabajador, ha vivido por y para la empresa. Fue pasión por una profesión y por un proyecto que ha sido su proyecto de vida, eso nos lo trasmitió a los hijos y, ahora mismo, sería muy difícil imaginar otra ocupación distinta a esta.
En La Flor Burgalesa somos de pico y pala
«Las tiendas de La Flor Burgalesa y yo, hemos ido creciendo a la vez» nos cuenta Loreto. «Ha habido momentos difíciles, como cuando empezaron a abrir grandes superficies en Burgos y muchísimos supermercados. Pero me quedo con lo mejor de mi trabajo, que es el trato con las personas, es el aliciente principal, tanto nuestros numerosos clientes como el equipo humano de tiendas de Florbú. Estoy realmente orgullosa de ellas, después de tantos años, no han perdido ni un ápice de ilusión y el coraje que hace falta para levantar la persiana y dar lo mejor de ellas todos y cada uno de los días, 6 días a la semana..»
«En cuanto a las condiciones laborales han mejorado mucho, mucho… y yo he sido parte de ello y estoy muy orgullosa. Afortunadamente, en la conciliación familiar es en uno de los ámbitos donde más hemos ganado, tanto hombres, como mujeres. La flexibilidad laboral se entiende mucho mejor ahora que antes. El bienestar de tu equipo es el tuyo y al revés.»
Loreto Pérez se define como cabezota, una mujer que nunca se ha dado por vencida, ni en las peores situaciones. Como ella misma dice: «Somos de pico y pala, esto no es suerte, es el trabajo de muchos años en la misma dirección. He aprendido, disfrutado y sufrido con las personas que he trabajado hasta el día de hoy. Me siento afortunada por estar haciendo lo que me gusta y recompensada de mi esfuerzo y con ganas de seguir creciendo, personal y profesionalmente.
Para terminar nos recomienda: «Mucha entrega en lo que sea que se haga en esta vida, ¡la recompensa viene seguro!